lunes

tres

Archivo número doce cincuenta y cuatro, nueve guión cero treinta y seis.
La historia de tu vida, números clasificar lo que queda de tu muerte.

Nombre del difunto: Karla N.
En realidad nadie por acá conoce tu nombre verdadero, cuando llegaste adoptaste la identidad de un pasaporte local que cambiaste por veintitrés minutos de un rápido-acostón-sexo-sin-palabras. La fotografía en el pasaporte no se parecía nada a ti y sin embargo al tenerlo en tus manos te convertiste en Karla Guadalupe Resendiz Marquez.

Sexo: Femenino.
Tu padre siempre quiso un varón y cuando maltrataba a tu madre le reclamaba tu existencia, culpable siempre de haber nacido desde el principio.

Raza/Nacionalidad: mexicana.
De todos los tijuanas-culichi-mazatleca-cachanilla-paceña-mexicana.

Edad: Entre los treinta y los treinta y cinco años de edad.
Acabas de cumplir los veintitrés y tu cuerpo se adelantó a tu biología, tus senos perdieron el contorno, por tu rostro se evaporaron todas tus inquietudes, todos tus sueños; y como una hoja de abedul en el otoño tu árida piel perdió su brillo, avejentó siete años en catorce meses.

Fecha de defunción: Diciembre 23 a las 3:45 A.M.
El día después de tu cumpleaños.

Lugar de la defunción: Avenida Coahuila 1649.
Justo al lado del puesto de tacos del Romualdo, enfrente de la entrada del bar Infierno. Un perro flaco-pulgoso-roñoso lame restos de tu cerebelo de entre las hendiduras del concreto de la banqueta.

Examen post-mortem: Cadáver del sexo femenino, piel morena clara...
Tu hija Lucía heredó el color de tu piel canela.

...sujeto presenta señales de malnutrición temprana...
Comías como por inercia, si alguien te acercaba un par de tacos, o Minga te llevaba recalentado pozole, o Susano tu vecina un trozo pastel de queso que preparaba cada semana. De otra manera matabas el hambre con alcohol, nicotina y crack.

Estatura: hasta la parte superior de lo que se recuperó del cráneo es de 1.62 m... Peso: 32.352 kilos. Rigor mortis: completamente desarrollado... Livor mortis: rojo-azuloso en presentación, no cambia color bajo presión manual... Uñas cianóticas... Extremo traumatismo craneoencefálico... Exposición de masa cerebral... Fracturas faciales múltiples...

Lo que queda de tu cuerpo yace en la plancha numero dos.

Hicieron una incisión profunda justo debajo de los senos subiendo hacia las axilas en forma de una gran U y despegaron toda la piel-carne-grasa de las costillas y como hábiles carniceros lo levantaron, como si fuera un pedazo de manta-cobija-tapete y te cubrieron el rostro con todo tu mismo pecho.

Un bisturí en manos apresuradas abrió abdomen y extrajo todos tus órganos, alguien comentó acerca del tamaño de tu hígado. Enseguida con unas pinzas-tijeras podaron-cortaron una a una todas las costillas a ambos lados de tu cuerpo, y levantaron tu tórax para sacar el corazón y los pulmones, pecho abierto como díptero ominoso; donde vivía tu corazón ahora está vacío y luce como gruta rasgada a tirones violada, mutilada.

A un lado, dentro de una bandeja de acero: irónico, tus órganos vitales escurriendo sangre negra y hiel.

El conserje, que lleva ya trabajando doce años en el semefo, persigna tu cuerpo desde el aire.

- Dios acompañe a tu alma niña –

Le viene a la mente la mayor de sus dos hijas quien ya va a cumplir veintidós y acaba de tener a su tercer nieto.

Apaga la luz de la sala, cierra la puerta y deja lo que queda de tu cuerpo de nuevo en la oscuridad total.

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